TULCÁN
Localización
Los Andes Septentrionales del Ecuador en la frontera
con Colombia.
Fundación
11 de junio de 1535
Nombre significativo
Centinela norteña.
Altura
2980 msnm
Atractivos centro
histórico:
PLAZA DE LA INDEPENDENCIA
La plaza de la Independencia es uno de los lugares más
importantes de la ciudad, no solamente porque está rodeada de las Instituciones
Públicas relevantes de la jurisdicción, sino, porque es uno de los lugares más
antiguos de Tulcán y ha sido escenario de importantes eventos políticos,
sociales y culturales.
Esta plaza fue albergue del patíbulo, plaza de
mercado, gallera, patio de prácticas para el ejército, campo de batalla, entre
muchas otras funciones que le dieran los tulcaneños a lo largo de
aproximadamente 300 años.
De datos aportados por Alejandro Mera en su libro
Monografía de Tulcán, conocemos que la ciudad se pobló desde las primeras
décadas del S. XVII. Sin embargo en los registros de la Curia se cita como tal
desde 1691.
Para entonces la plaza principal era el sector central
de la urbe, la ciudad se extendía desde allí hacia la loma de Santiago por las
calles de “Tras de la Iglesia” (Olmedo) y la calle de la “Plazuela” (Sucre). En
los registros históricos consta que las casas a su alrededor eran escasas hasta
dos siglos después.
La plaza principal dejó de llamarse así a partir del 6
de enero de 1919, fecha en la que se inauguró la estatua de La Libertad,
colocada en su pedestal en diciembre de 1918.
La estatua fue donada al Carchi por el batallón
Constitución. En la parte baja de la columna que se erigió con este propósito
existen dos placas de cobre con las siguientes inscripciones:
“Monumento
erigido a la Libertad por el Ejército de la V Zona Militar”; en el centro se
encuentra el Escudo Nacional al pi de la placa lo siguiente: “Batallón
Constitución Nº 8y Zapadores Nº 2 – Como recuerdo a los hijos del Carchi –
Tulcán. Enero 6 de 1919”
“Para perpetua
memoria – En el Primer Centenario de la Independencia de los EE.UU. de
Venezuela”
El Primer Magistrado de esa República hizo ante la
América y aún para el mundo todas estas declaraciones. “La Corona que el
Gobierno del Ecuador, por medio de su importante delegación colocó en la
festividad del primero ante el Monumento del Libertador fundida con el bronce
de los cañones de Pichincha es, al vez que un recuerdo de los tiempos heroicos,
la delicada expresión de la gratitud de un pueblo que no se manchó con el lodo
de las negaciones y tuvo para el Padre de la Patria obediencia cuando fue
Autoridad Suprema y afecto ardiente y conmovedor cuando cayó en el abismo de la
desgracia…”.
Cuando el terremoto de 1923, la estatua calló de su
lugar y la reposición de ésta se hizo años más tarde. Antes de esta
inauguración el lugar era una porción de terreno vacío; pero bastó su presencia
para que el Gobierno local buscase el adorno y el mejoramiento de este espacio
público. Al inicio se plantaron flores y árboles, posteriormente se le hizo un
cerramiento y ciertas adecuaciones; pero aún en tierra.
Con el transcurso del tiempo desapareció el
cerramiento, se limpiaron las jardineras y se instalaron lámparas. La piedra y
la baldosa fueron materiales implementados en su remodelación en la segunda
década del S. XX. Actualmente está rodeada de pavimento rígido en lugar de
adoquines de piedra y se mantienen el diseño de las jardineras; aunque las
luminarias han cambiado caprichosamente de acuerdo con el avance de la
tecnología.
ARQUE LA CONCORDIA
Este parque es igualmente antiguo tanto como la
Iglesia Catedral; ya que antiguamente siempre frente a una iglesia se construía
una plaza, según las necesidades de la población. Es así que en 1896 el
entonces Gobernador Luciano Coral con el deseo de mejorar el ornato de la
ciudad, adecuó la plaza y la inauguró con el nombre de Juan Montalvo.
En esta ocasión la plaza tenía cerramiento de
mampostería de una altura aproximada de 1.20 metros, jardines, bancas,
iluminación (mecheros), monumento y caminerías.
Con el paso de los años y
la radicalización del enfrentamiento entre conservadores y liberales en la ciudad,
el párroco declaró a la plaza, frente a la Iglesia, un sitio de paz; ya que
cotidianamente detrás de la Iglesia (en la calle Olmedo) se enfrentaban los
ciudadanos de diferentes ideologías políticas. Desde entonces únicamente en
este lugar conservadores y liberales fraternizaban y compartían momentos de
tranquilidad por ello el parque se denominó popularmente “Parque de la
Concordia”.
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